viernes, 16 de noviembre de 2012

Cartografía social vs Cartografía oficial



Desde antes que tú y yo naciéramos, cuando en nuestro continente americano sólo vivían los pueblos indígenas; al otro lado, de ese océano inmenso llamado Atlántico, España, Portugal e Inglaterra -en el afán de aumentar sus riquezas- invadieron los continentes de África y Asia; al observar las cuantías de sus riquezas naturales y minerales se decidieron aventurar por el Océano Atlántico, para invadir lo que ellos creyeron las Indias Occidentales, pero en realidad llegaron al continente Americano; esto sucedió durante el siglo XV. Preparando su invasión hacia estos territorios, les fue indispensable un elemento para guiarse: los primeros mapas, empleados como instrumentos de navegación, estos describían las montañas y ríos principales, incluían algunas rutas y distancias para navegar hacia los puertos, y permitían realizar trazados de los trayectos
seguidos por los navegantes; además de ser su hoja de ruta eran el reflejo de los imaginarios de la época, y de aquello que esperaban encontrar los invasores: la fuente de la juventud, el dorado etc.

Sabias que los mapas son usados desde la antiguedad para delimitar la propiedad, un ejemplo de esto son los mapas hechos en Mesopotamia.

Es posible identificar dos elementos particulares a la hora de reflexionar sobre los mapas: el conocimiento y el control.

·         El conocimiento de un lugar, y la representación del mismo a través de un mapa, es fundamental para saber dónde estamos y hacia donde podemos ir –tal como lo utilizaron los navegantes–, pero ese dónde estamos no habla necesariamente de la ubicación geográfica del municipio, vereda etc., comprender el saber dónde estamos implica saber que tenemos y dónde estamos parados, cómo es nuestro territorio, quienes lo habitan, como está caracterizado, cuáles son sus recursos. El conocimiento del territorio comprende, por tanto, el conocimiento de la naturaleza (agua, plantas, animales, minerales), de los sitios geoestratégicos, de las rutas de comercio, vías de acceso etc.
·         El segundo elemento es el control, está relacionado con la información que se registra, se difunde, se restringe o se reserva a través de los mapas. El control le ha permitido al Estado –como organismo que regula un país– y a los agentes comerciales (multinacionales y grupos económicos) ejercer un poder real y simbólico sobre el territorio. Es de anotar, que el conocimiento del Estado sobre el territorio, generalmente no es socializado, muchos de nosotros no sabemos realmente dónde estamos parados; esto se demuestra, cuando mapas de regiones altamente especializados son de carácter restringido a la sociedad en
general y se consideran de “seguridad nacional”. En otras ocasiones los mapas no  pueden ser consultados si no se paga por ellos, siendo este otro obstáculo para acceder a la información consignada en ellos, los mapas a los que se permite acceder a la gente de a pie se encuentran generalmente desactualizados-, y además, el lenguaje científico y técnico en el que están elaborados dificulta conocer e interpretar su contenido. Juzguen ustedes.

La elaboración de un mapa teniendo como referentes los elementos anteriormente considerados –conocimiento y control– nos llevan a pensar en su resultado final, cuando se muestra o se oculta, según el caso, la información representada en los mapas a toda la sociedad. Es precisamente allí cuando el mapa crea una visión de mundo que no es inocente ni neutra, sino que tiene una intencionalidad, unos intereses y unos propósitos específicos. Un ejemplo de ello son los mapas mundiales de un tipo de proyección denominada Mercator: Los países europeos se ven más grandes frente a los países de los continentes ubicados en el Sur, así países pequeños como Escandinavia que miden 1.1 millones de Kilómetros son dibujados grandes mientras la India que es un país del Sur y mide 3,2 millones de Kilómetros se ve menor en comparación de Escandinavia12.  Esta visión –desigual y dominante del mundo- se convierte en oficial y es la base, sobre la cual los Estados controlan y planifican el territorio.

Este tipo de mapas oficiales, son creados a partir del conjunto de técnicas y saberes que se denominan cartografía. Esta es la disciplina encargada de plasmar grandes extensiones de tierra e información sobre un dibujo o imagen denominado mapa.
Ahora bien, si existe una cartografía oficial que genera mapas oficiales, donde las problemáticas de nuestra comunidad y las vivencias de la misma no se ven reflejadas; desde varios sectores se ha venido trabajando la cartografía social, este es un ejercicio que retoma los saberes de la comunidad en la construcción de mapas sociales, que representen los diferentes tipos de relaciones dadas en el territorio, contribuyendo a destacar la importancia de éste para la comunidad, y evidenciando así que los hombres y mujeres no son sólo seres a los que les pasa el tiempo porque se vuelven viejos y tienen arrugas; también son seres de espacio y territorio configurando sus prácticas de identidad, autoreconocimiento, y creando formas de relacionarse específicas ancladas al espacio).


¿Qué es la cartografía social?

La cartografía social es un ejercicio que nos permite ordenar, simplificar y representar en mapas los conocimientos territoriales de las comunidades, en relación con una problemática o temática particular.

Al provenir de la comunidad, la cartografía social genera y recrea conocimiento, mediante procesos de diálogo y escucha que permiten intercambiar y consolidar saberes; en este proceso, las confrontaciones de saberes se hacen necesarias y está presentes en tanto no existe una visión dominante de la realidad. En relación con la construcción de saberes y conocimientos, es de anotar que estos provienen de la experiencia a nivel individual y colectivo, así como del cotidiano vivir y de la posición de ser y actuar en el mundo, de una comunidad o grupo determinado.

Finalmente, este ejercicio de trabajo apunta a evidenciar las distintas relaciones de las personas con su espacio habitado, sentido y percibido. Este es uno de los ejes centrales de la cartografía, destacar el carácter multidimensional del territorio, atendiendo a las distintas problemáticas (políticas, culturales, sociales, económicas, comunicativas, identitarias etc.) que giran alrededor de éste.

¿Para qué sirve?

El para qué de la cartografía social generalmente se orienta según los propósitos particulares de la comunidad u organización.

En términos generales podemos afirmar que este ejercicio sirve para:

1. Reflexionar acerca de las problemáticas que tiene nuestro territorio y el papel de la comunidad ante estas.

2. Plantear estrategias de acción frente a las principales problemáticas y debilidades identificadas, alrededor del territorio.

Recomendaciones previas al taller No. 3, sobre cartografía social