Fragmento tomado de ¡Pedimos la palabra! Propuesta metodólogica para la exigibilidad del derecho a la tierra y al territorio desde las comunidades, que propone una reflexión inicial a la cartografía social.
Desde
antes que tú y yo naciéramos, cuando en nuestro continente americano sólo
vivían los pueblos indígenas; al otro lado, de ese océano inmenso llamado
Atlántico, España, Portugal e Inglaterra -en el afán de aumentar sus riquezas-
invadieron los continentes de África y Asia; al observar las cuantías de sus
riquezas naturales y minerales se decidieron aventurar por el Océano Atlántico,
para invadir lo que ellos creyeron las Indias Occidentales, pero en realidad
llegaron al continente Americano; esto sucedió durante el siglo XV. Preparando
su invasión hacia estos territorios, les fue indispensable un elemento para
guiarse: los primeros mapas, empleados como instrumentos de navegación, estos
describían las montañas y ríos principales, incluían algunas rutas y distancias
para navegar hacia los puertos, y permitían realizar trazados de los trayectos
seguidos
por los navegantes; además de ser su hoja de ruta eran el reflejo de los imaginarios
de la época, y de aquello que esperaban encontrar los invasores: la fuente de
la juventud, el dorado etc.
Sabias que los mapas son usados desde la antiguedad para delimitar
la propiedad, un ejemplo de esto son los mapas hechos en Mesopotamia.
Es
posible identificar dos elementos particulares a la hora de reflexionar sobre
los mapas: el conocimiento y
el control.
·
El conocimiento de un lugar, y la representación
del mismo a través de un mapa, es fundamental para saber dónde estamos y hacia
donde podemos ir –tal como lo utilizaron los navegantes–, pero ese dónde
estamos no habla necesariamente de la ubicación geográfica del municipio,
vereda etc., comprender el saber dónde estamos implica
saber que tenemos y dónde estamos parados,
cómo es nuestro territorio, quienes lo habitan, como está caracterizado, cuáles
son sus recursos. El conocimiento del territorio comprende, por tanto, el conocimiento
de la naturaleza (agua, plantas, animales, minerales), de los sitios
geoestratégicos, de las rutas de comercio, vías de acceso etc.
·
El segundo elemento es el
control, está relacionado con la información que se
registra, se difunde, se restringe o se reserva a través de los mapas. El control
le ha permitido al Estado –como organismo que regula un país– y a
los agentes comerciales (multinacionales y grupos económicos) ejercer un poder
real y simbólico sobre el territorio. Es de anotar, que el conocimiento del
Estado sobre el territorio, generalmente no es socializado, muchos de nosotros
no sabemos realmente
dónde estamos parados; esto se demuestra,
cuando mapas de regiones altamente especializados son de carácter restringido a
la sociedad en
general y se consideran de “seguridad nacional”.
En otras ocasiones los mapas no pueden ser
consultados si no se paga por ellos, siendo este otro obstáculo para acceder a
la información consignada en ellos, los mapas a los que se permite acceder a la
gente de a pie se encuentran generalmente desactualizados-, y además, el
lenguaje científico y técnico en el que están elaborados dificulta conocer e
interpretar su contenido. Juzguen ustedes.
La
elaboración de un mapa teniendo como referentes los elementos anteriormente
considerados –conocimiento y control– nos llevan a pensar en su resultado
final, cuando se muestra o se oculta, según el caso, la información
representada en los mapas a toda la sociedad. Es precisamente allí cuando el
mapa crea una visión de mundo que
no es inocente ni neutra, sino que tiene una intencionalidad, unos intereses y
unos propósitos específicos. Un ejemplo de ello son los mapas mundiales de un
tipo de proyección denominada Mercator: Los
países europeos se ven más grandes frente a los países de los continentes
ubicados en el Sur, así países pequeños como Escandinavia que miden 1.1
millones de Kilómetros son dibujados grandes mientras la India que es un país
del Sur y mide 3,2 millones de Kilómetros se ve menor en comparación de
Escandinavia12. Esta visión –desigual y dominante del mundo-
se convierte en oficial y
es la base, sobre la cual los Estados controlan y planifican el territorio.
Este
tipo de mapas oficiales,
son creados a partir del conjunto de técnicas y saberes que se denominan cartografía.
Esta es la disciplina encargada de plasmar grandes extensiones de tierra e información
sobre un dibujo o imagen denominado mapa.
Ahora
bien, si existe una cartografía oficial que
genera mapas oficiales,
donde las problemáticas de nuestra comunidad y las vivencias de la misma no se
ven reflejadas; desde varios sectores se ha venido trabajando la cartografía
social, este es un ejercicio que retoma los saberes de la comunidad en la
construcción de mapas sociales,
que representen los diferentes tipos de relaciones dadas en el territorio,
contribuyendo a destacar la importancia de éste para la comunidad, y
evidenciando así que los hombres y mujeres no son sólo seres a los que les pasa
el tiempo porque se vuelven viejos y tienen arrugas; también son seres de
espacio y territorio configurando sus prácticas de identidad,
autoreconocimiento, y creando formas de relacionarse específicas ancladas al
espacio).
¿Qué
es la cartografía social?
La cartografía
social es un ejercicio que nos permite ordenar,
simplificar y representar en mapas los conocimientos
territoriales de las comunidades, en relación con una problemática o temática
particular.
Al provenir de la
comunidad, la cartografía social genera y
recrea conocimiento, mediante procesos de diálogo y
escucha que permiten intercambiar y consolidar saberes; en este proceso, las confrontaciones
de saberes se hacen necesarias y está presentes en tanto no existe una visión dominante
de la realidad. En relación con la construcción de saberes y conocimientos, es
de anotar que estos provienen de la experiencia a
nivel individual y colectivo, así como del cotidiano vivir y de la posición de
ser y actuar en el mundo, de una comunidad o grupo determinado.
Finalmente,
este ejercicio de trabajo apunta a evidenciar las distintas relaciones de las personas con su espacio habitado,
sentido y percibido. Este es uno de los ejes centrales de la cartografía, destacar
el carácter multidimensional del territorio, atendiendo a las distintas
problemáticas (políticas, culturales, sociales, económicas, comunicativas,
identitarias etc.) que giran alrededor de éste.
¿Para qué sirve?
El para
qué de la cartografía social generalmente se orienta según los propósitos
particulares de la comunidad u organización.
1.
Reflexionar acerca de las problemáticas que tiene nuestro territorio y el papel
de la comunidad ante estas.
2.
Plantear estrategias de acción frente a las principales problemáticas y
debilidades identificadas, alrededor del territorio.
Recomendaciones previas al taller No. 3, sobre cartografía social